El inicio de diciembre nos sitúa de lleno en el mes de la prevención del VIH, que se inicia con el Día Mundial del Sida, establecido por ONUSIDA hace 35 años. La Corporación SidaChile, dedicada por entero al combate de este flagelo que nos azota hace más de 40 años, adhiere a esta conmemoración con profunda preocupación por la situación del VIH en nuestro país.
En los últimos 12 años, el aumento del acceso a terapia y la implementación efectiva de estrategias de testeo y prevención se ha traducido en una reducción del 38% de las nuevas infecciones a nivel mundial y en algunas regiones de África en reducciones superiores al 50%, lo que las acerca a la meta 2030 de terminar con el VIH como problema de salud pública. Sin embargo, Latinoamérica con un aumento del 8% de los nuevos casos y, en particular Chile con más de un 50% de incremento de nuevos casos, van en sentido contrario, perpetuando el VIH/SIDA como un problema de salud pública y de las personas. Chile es uno de los países con mayor incremento de casos nuevos en el mundo y esto ocurre particularmente en jóvenes entre 15 y 29 años donde el aumento es más marcado y requiere medidas de prevención urgentes que comienzan con el testeo.
La disminución de la realización de tests, la ausencia de estrategias innovadoras de testeo para llegar a poblaciones objetivo difíciles de alcanzar y la insuficiente distribución de kits de autotesteo han significado una disminución de un 30% en los diagnósticos VIH desde 2020, lo que aumenta la carga viral comunitaria y el riesgo de transmisión. De acuerdo a ONUSIDA, en Chile 83.000 personas viven con VIH y de ellas, alrededor de 25.000 no están recibiendo terapia antirretroviral, por falta de diagnóstico o de vinculación a cuidados.
Dos de cada tres personas que ingresan a atención en Chile, presentan diagnóstico tardío y la mitad de ellas lo hace en etapa SIDA con evidente riesgo para su salud y su vida, lo que explica que en pleno siglo XXI siga muriendo gente de SIDA en nuestro país. El inicio rápido de tratamiento, dentro del mismo día o los primeros 7 días desde el diagnóstico, es una estrategia promovida por ONUSIDA para facilitar la vinculación a cuidados y la supresión temprana de la replicación viral. Chile suscribe esta política, pero los algoritmos de confirmación y los flujogramas de derivación la tornan inviable en nuestro país.
Finalmente, la prevención es la gran deuda de Chile, uno de los países con menor porcentaje de uso de preservativos en la región. La profilaxis farmacológica pre exposición se implementó como política en Chile en 2018 con una meta inicial de 10.000 personas en PrEP. Cinco años después, sólo un poco más de 1.500 personas la recibe en el Sistema Público de Salud. Las recomendaciones internacionales indican que se debe procurar llegar a 10 personas en PrEP por cada caso nuevo VIH, lo que implicaría tener cerca de 50.000 personas en PrEP en Chile, muy lejos de la realidad actual.
En este Día Mundial del SIDA hacemos un llamado a la comunidad a tomar conciencia que el SIDA es una pandemia vigente en nuestro país y a participar activamente en las medidas de prevención y hacemos un enérgico llamado a la autoridad a priorizar el VIH como problema de salud en Chile y a implementar en forma efectiva las estrategias de testeo y prevención en nuestro país. Solo así, Chile puede rectificar el rumbo y comenzar a navegar hacia las metas 2030.